
La explotación de la sal en Villena se remonta, al menos, al siglo XIII, durante la Baja Edad Media. En la actualidad existen en su término tres salinas o “saleros”, según la terminología local, en explotación. Constituyen un caso singular en Alicante, ya que en la actualidad son las únicas que perviven en el interior de la provincia. Estas salinas de interior se alimentan de manantiales cuyas aguas poseen una salinidad muy superior a la del agua de mar, por lo que no es necesaria una gran superficie de evaporación.
La salina de Penalva, explotada por la empresa Sal Coloma, también se conoce como Salina del Polovar, Salero de Peñalba o concesión Carmen. Tienen unos 60.000 m2 de balsas y obtienen la salmuera a partir de dos manantiales de los que en se extrae agua con una concentración salina cercana a los 22º Bé, aunque ésta varía a lo largo del año. Esta concentración es casi la necesaria para que precipite la sal y por ello el agua permanece muy pocos días en los calentadores, pasando después a una batería de nueve cristalizadores. Allí mismo, se tritura la sal durante todo el invierno. Una característica compartida con el Salero Viejo es que han conservado las primitivas piedras de molino con las que se trituraba o molía la sal, cual si de un cereal se tratase, siendo en apariencia idénticas a las destinadas a este uso. La producción anual ronda las 4.000 toneladas. |
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